-Sobran las palabras contigo.

Podría acostumbrarme a eso de no respirar, de no saber lo que digo ni lo que hago, de no dejar de sonreír ni por un micro segundo, al olor de tú piel, a tu pelo descontrolado cada mañana, a tus pintas después de la playa, a tus estados de ánimos descontrolados, a esa mirada de complicidad, a tus cambios de look extremos, a esos enfados y a esas reconciliaciones, a esas sonrisas forzadas, a esas manias raras, a esos desayunos especiales en la cama, a esos movimientos descarados que haces para mirarme, a esas preguntas que no vienen a cuento, a esas caras extrañas y divertidas, a esos largos paseos cogidos de la mano, a ese ''todo irá bien'' ó a ese '' no te preocupes, pequeña, que yo lo arreglo'', a esas frases de consolación que me hacen más feliz cada vez, a lo romántico que eres, a esa dulzura que desprendes, a esa ternura que compartes, a esa alegría que contagias que es peor que cualquier enfermedad o adicción, a esa obsesión que siento, a esas tonterías que sueltas, a esas noches frente a la chimenea o en la terraza abrazados sin decir nada porque las palabras sobran en aquel momento, a esos momentos de locura, a esas sesiones fotográficas,a esos defectos y a esas virtudes, a tus pros y a tus contras, y a millones de cosas más, en definitiva, podría y además quiero acostumbrarme a ti.